Rejuvenecimiento facial
Ritidoplastia con técnica Deep Plane (lifting facial profundo)
Mi paciente llegó a consulta buscando una solución integral para rejuvenecer su rostro. Había notado flacidez pronunciada en el cuello, pérdida de definición en el óvalo facial y una expresión general de cansancio que no se correspondía con su energía interior.
Tras una evaluación clínica minuciosa, le recomendé una ritidoplastia con técnica Deep Plane, un procedimiento avanzado que trabaja en los planos profundos del rostro para reposicionar los tejidos de forma más natural y duradera. El objetivo fue devolver frescura y armonía, respetando su estructura facial única.
Durante nuestra cita, me encontré con una paciente muy motivada y confiada en el proceso. Gracias a un diagnóstico preciso y un completo análisis fotográfico, pudimos planear una cirugía totalmente personalizada que se ajustara a sus necesidades y expectativas, sin exageraciones ni cambios drásticos.
¿Qué es la ritidoplastia con técnica Deep Plane?
Es una evolución del lifting facial tradicional. A diferencia de las técnicas superficiales, el Deep Plane trabaja a un nivel más profundo, movilizando los ligamentos y capas musculares del rostro, especialmente en el área media (mejillas y surcos nasogenianos), lo que permite un resultado más natural, sin aspecto tirante, y de mayor duración.
A los 60 días postoperatorios, el cambio fue evidente: su rostro recuperó definición, vitalidad y una expresión serena y rejuvenecida. Más allá del resultado estético, lo que más me impactó fue ver cómo esta transformación se reflejó en su actitud: se mostraba más segura, sonriente y con una renovada energía.
Este es uno de esos casos que me recuerdan por qué amo mi profesión: cuando el resultado no solo se ve, sino que también se siente profundamente en la vida del paciente.
